
Es cierto, que a lo largo de nuestra era, nuestros antecesores nos han sorprendido con invenciones que nos parecen imposibles para la tecnología de estos pueblos antiguos. Uno de estos artilugios es la pila de bagdad o pila babilónica, que es por así decirlo el abuelo de nuestra pila actual.
El funcionamiento de esta pila era sencillo. Consistía en una vajilla cerámica, un cilindro de cobre y una varilla de hierro. Para que funcionara solo se necesitaba un ácido, este se podría haber conseguido de algún tipo de fruta o tratarse de vinagre. Después de tener todos los elementos colocados en el recipiente se procedía a sellarla mediante asfalto.
Estas baterías alcanzaban una potencia eléctrica de 0,5 voltios. Se cree que pudieron utilizarse para dorar objetos y estatuillas de plata. Mediante una solución de cianuro de oro y con la ayuda de este pequeño impulso eléctrico se puede conseguir efectivamente el dorado de la plata.
Esta tecnología es mas que asombrante debido a que se adelantó 2.000 años a la creación de las pilas en occidente. La ausencia de rastros de algún electrolito, su bajo potencial eléctrico y la ausencia de usos prácticos para la pila nos llevan ante un Oopart (artefacto fuera de lugar).
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