Déjà vu: Una sensación de haber vivido el presente.


En ocasiones tenemos la sensación a lo largo de la jornada de que el momento que estamos viviendo ya lo hemos vivido, esta sensación desconcertante es conocida como déjà vu (ya visto).

Estadísticamente el 80% de la población ha sufrido un déjà vu, esta experiencia tan solo dura unos segundos en los cuales se produce de una forma borrosa el reconocimiento del momento que estamos viviendo, es decir, al momento actual le correspondería un enlace con nuestro pasado. Aunque la sensación solo dure unos segundos se nos puede hacer mas larga debido a la extraña sensación que produce en la persona.

Los hechos son reconocidos pero nos es imposible situarlos, esto suele causar una sensación de inquietud fugaz en la persona que lo sufre. Esta sensación es a causa de la ruptura de nuestro orden cronológico habitual.

Muchos son los científicos que han estudiado este fenómeno. Aún así actualmente no existe una teoría completamente esclarecedora sobre porque suceden los déjà vu. Entre las teorías mas divulgadas se encuentran las siguientes:
  • Sueños diurnos y fantasías de la persona.
  • Error en el proceso neuronal.
  • Alteración de la percepción.
  • Producción de un retraso entre lo que vivimos y su asimilación por nuestro cerebro.
  • Estados anímicos como el estrés o el agotamiento, también se relaciona con la reducción de interés y la escasa concentración
Por otro lado están aquellos que no aportan una explicación científica al suceso. Aquellos que creen en la reencarnación creen que la sensación es producida porque el alma guarda recuerdos de vidas anteriores. También esta quien cree que se pueden tratar de breves momentos de clarividencia.

Los Jíbaros ¿Cómo reducen cabezas humanas?


Han existido muchos tribus coleccionistas de cabezas como trofeo, entre ellos los Papua, pero, solo una practicaba en las cabezas recolectadas la reducción. Esta tribu es la de los Shuar, tribu amazónica que ha pasado de generación en generación los conocimientos para poder realizar una reducción de una cabeza.

En primer lugar realizaban una serie de cortes en la cabeza decapitada y después esta era despellejada. Se cree popularmente que las cabezas eran reducidas enteras incluso con el cráneo, pero tras el estudio de esta ritual se posee el conocimiento de que la piel es rellenada después de su extracción.

En segundo lugar, la piel extraída junto con el pelo era cocida durante unos 15 minutos, tiempo suficiente para que no sufriera ningún daño. Como resultado de esta cocción la cabeza se reducía un 50%. Después de seca por el anterior proceso se limpiaba por dentro de restos para evitar la putrefacción y malos olores.

En tercer lugar, se cosían o sellaban con púas los ojos y la boca. Esta acción se realizaba por la creencia de que el alma podía escapar. La cabeza era colgada encima de un fuego con lo que se conseguía otra reducción del 50%.

Para terminar los chamanes rellenaban la cabeza piedras y arena, se frotaban con aceite de carapa y con una piedra caliente se moldeaba para arreglar deformaciones surgidas durante el proceso. La cabeza era pintada de negro debido a que los Shuar creían que si no se hacía esto el alma contenida en su interior podría ver.

En la actualidad los Shuar son un pueblo mas occidentalizado y han dejado estas prácticas casi en desuso. Solo realizan estos rituales ancestrales para reducir en contadas ocasiones cabezas de animales. Lamentablemente, han aparecido coleccionistas de cabezas reducidas por lo que a nivel clandestino se reducen para su posterior venta.

La realidad sobre los zombies.

Estamos acostumbrados a ver los zombies como seres de ficción que aparecen en las peliculas de terror, seres que después de muertos vuelven a la vida. Sin embargo, alejándonos del cine de terror existe una realidad que es escalofriante.

En 1982, Wade Davis, antropólogo, etnobotánico y biólogo canadiense documento unos hechos que hasta entonces se tenían como mera leyenda urbana. Trabajó en Haití explorando los ritos vudú que se realizaban allí. Estos ritos consistían en la zombificación de personas vivas mediante un preparado conocido como "polvo de zombie" y diferentes brebajes.

Los sacerdotes vudús después de elegir a la víctima, realizan un ritual de forma secreta. La persona a zombificar debía de beber diferentes líquidos, entre ellos venenos. Para concluir el rito se enterraba a la víctima. La persona que bebía este líquido quedaba como presuntamente muerta, después era desenterrada "volviendo a la vida".

Se analizo el brebaje que se utilizaba para estos rituales, en el se descubrió una sustancia que predominaba llamada tetradoxina, esta sustancia extraída de los peces globo, provoca parálisis y depresión de la actividad cardio-respiratoria, por este motivo, las personas que ingieren este líquido quedan en un estado de catalepsia. Cuando la persona recobra la conciencia, la tetradoxina le ha afectado tanto que no volverá a ser la misma, queda en un estado similar al de un zombie, perdido sin recordar nada, sin ser consciente de lo que le pasa y sirviendo a aquel que se lo pide.
No se conoce cura para este estado, si se producen episodios dolorosos solo quedaría la opción de aplicar medicamentos como la morfina.

Estos ritos nos llevan a plantearnos la realidad que existe detrás de la ficción. Una vez mas la realidad supera a la ficción de una manera que es cuanto menos aterradora.